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Prevención y tratamiento del cáncer de piel


Existen tres tipos de cáncer de piel más frecuentes. Los carcinomas o epiteliomas que pueden ser: 1) basocelulares o 2) de células escamosas (también llamados espinocelulares o epidermoides) y 3) los melanomas.

Además, con menor frecuencia, en la piel pueden desarrollarse multiplicidad de otros tumores malignos. En ocasiones, las metástasis de tumores originados en otro sitio, aparecen en el órgano cutáneo.

: : FRECUENCIA

Se calcula que en USA, se desarrollan mas de 1 millón de carcinomas basocelulares nuevos por año. Si consideramos las lesiones "in situ" o sea únicamente epidérmicas superficiales de carcinomas de células escamosas, las denominadas "queratosis actínicas" o solares, la cifra anual de esta segunda variedad de cáncer, es aún mayor. La cifra desciende a varios cientos de miles, si solamente tenemos en cuenta las formas infiltrantes de carcinomas de células escamosas. Por último, podemos ofrecer las cifras estadísticas de muertes por melanoma en USA que llega a entre 8 y 10 mil por año. Sucede una muerte cada hora o sea 24 por día, 365 días por año debido al melanoma.

Dada la alta frecuencia de estos tres tipos más comunes de cáncer de piel, todos nuestros esfuerzos están dirigidos a prevenir su aparición y/o a la detección temprana cuando aún son curables con terapéuticas adecuadas.

: : Aclaramos y enfatizamos:

ESTAS 3 VARIEDADES MÁS COMUNES DE CÁNCER DE PIEL, TIENEN UNA CLARA RELACIÓN CON LA EXPOSICIÓN A LA RADIACIÓN ULTRAVIOLETA SOLAR, en mas del 90% de los casos.

1) Carcinomas Basocelulares

Típicamente de la piel y no de las mucosas. No tiene capacidad para dar metástasis a distancia a excepción de variedades muy infrecuentes. Tiene un potencial destructivo local y se presenta habitualmente en zonas expuestas crónicamente al sol. Es más común en gente de piel con fototipos bajos (piel blanca). Tiene diversas formas de comienzo: lastimadura o erosión que no cura; rasguño que parece cicatrizar pero lo hace de manera incompleta y lenta y avanza con el tiempo; elevación pequeña como una perla que no desaparece y es de crecimiento lento; úlcera que tiene bordes acordonados; zona lisa blanca como si fuese una cicatriz o redondeada rosada o pigmentada de marrón con costras; entre otras formas de comienzo.

Suelen ser asintomáticas, no duelen ni pican y pueden sangrar espontáneamente o ante el menor roce ya que presentan frecuentemente telangiectasias (vasos sanguíneos pequeños, finos y visibles).

Las localizaciones de estos tumores, determinan con el tipo clínico, el tamaño y la histología, el tratamiento que se debe realizar. Hay zonas de bajo riesgo (ej: espalda) y otras de alto riesgo como en el centro de la cara. La biopsia confirmara él diagnóstico y la variedad histológica que también presenta formas de bajo y alto riesgo dependiendo fundamentalmente, de la llamada "extensión subclínica" (la parte del tumor que se desarrolla e infiltra por dentro y que casi siempre, es mayor a la parte visible que se muestra en la piel).

2) Carcinomas de células escamosas

Este tumor puede observarse en la piel (donde tiene mejor pronóstico) y en semimucosas o mucosas (genital - labios - boca - ano con un peor pronóstico).

Cuando se localiza en la piel, lo hace preferentemente en áreas de exposición solar. El labio inferior dañado por el sol crónicamente, es un sitio común de aparición. Es frecuente que asiente sobre lesiones previas como: queratosis actínicas, traumatismos crónicos en la boca por dientes en mal estado, úlceras crónicas, inflamaciones crónicas de la piel como quemaduras, radiodermitis, osteomielitis, lupus eritematoso, cicatrices entre otras.

Las formas más frecuentes de inicio, se relacionan con lesiones producidas por la exposición crónica a la luz ultravioleta. Pueden ser manchas pardo-rojizas que al tacto son ásperas y sensibles como "papel de lija", nódulos o elevaciones de consistencia firme, a veces tienen aspecto verrugoso o como lastimaduras de base dura que no cicatrizan.

3) Melanomas

Es de pronóstico más reservado que las otras dos variedades de cáncer de piel. Puede comenzar más frecuentemente en zonas de exposición solar. En la cara puede surgir una variedad de desarrollo más lento. Es menos frecuente que comience en las mucosas (oral, genital, ocular, nasal) o en sitios como cuero cabelludo, subungular y palmo-plantar. Más común en personas de piel blanca, pelo y ojos claros. Debido a un gen relacionado con el desarrollo de melanoma, hay variedades familiares.

Puede comenzar sobre piel sana "de novo" o sobre un lunar previo. Existirían lunares con aspecto clínico no común o atípicos, sobre los cuales la posibilidad de desarrollar melanoma con los años y la luz ultravioleta está aumentada. La decisión de extirpar profilácticamente estos lunares, se relaciona con diversos factores individuales, antecedentes, dermoscopía y en última instancia analizando cada paciente.

Básicamente, hay melanomas finos curables y gruesos con tendencia a dar metástasis. Frente a la duda, la extirpación biopsica de una lesión sospechosa, se remite para su informe dermopatológico. Los datos del mismo son esenciales para establecer una conducta de seguimiento y realizar un pronóstico de la enfermedad.

La posibilidad de estudiar el ganglio centinela, es aún discutida en ciertos casos y colabora en la clasificación del estadío de la enfermedad. Los controles de laboratorio con LDH y la Rx de tórax se realizan periódicamente. Se discute la ventaja cuando no hay síntomas ni signos, de realizar otros estudios generalizados en forma periódica (ecografías, tomografías, resonancias, centellogramas).

La decisión entre los diferentes tratamientos existentes para los carcinomas basocelulares y de células escamosas, son resorte del médico especialista en dermatología. Se pueden considerar la cirugía de Mohs, la cirugía convencional, la criocirugía, la radioterapia, la electrocoagulación y curetaje, la aplicación de cremas con 5- fluorouracilo o imiquimod y fototerapia entre las opciones más comunes.

La prevención incluye el cambio de hábitos de exposición a la luz diurna. La protección debe ser activa, diaria y durante todo el año. Buscar espacios de sombra, respetar horarios de prohibición (11 a 16hs. en la Argentina) programando la actividad al aire libre fuera de los mismos, utilizar anteojos de sol, sombreros adecuados y ropa de trama cerrada con el grosor adecuado, son además de la utilización de filtros, protectores y pantallas solares (siempre con factor de protección mayor a 15) las medidas que aconsejamos para disminuir los riesgos.

Tal vez, el logro preventivo más importante sea que el individuo se convenza de los beneficios de evitar el bronceado, que acepte y desee no broncearse (o por lo menos no con luz ultravioleta ya que, los autobronceantes en base a la dihidroxiacetona están permitidos). Sin llevar las cosas a un extremo, se puede realizar una vida normal incluyendo deportes al aire libre, viajes, etc. Y cuidarse de manera responsable. Los resultados beneficiosos se observan con el tiempo y simultáneamente, se retrasa el factor más importante de envejecimiento cutáneo: el sol.

En el caso del melanoma, la extirpación quirúrgica precoz cuando es fino (incipiente), con un margen de seguridad de piel normal en superficie y profundidad, es el objetivo principal para lograr su curación. Se repiten los cuidados en relación a la exposición solar.

Indicaremos además, el control de los familiares del paciente con melanoma. Sugerimos el autoexámen en busca de manchas nuevas en la piel o cambios de forma, color, consistencia o síntomas (ardor- prurito-dolor-sangrado espontáneo) en lunares preexistentes.

Los pacientes que han padecido un melanoma, cada 2 a 3 meses, desnudos frente a un espejo de pared y con uno de mano, pueden recorrer en pocos minutos zonas como la espalda, genitales, ano, plantas, etc. En busca de lo referido anteriormente. En poco tiempo, aprenden a reconocer sus lunares y manchas habituales y ante la duda, o frente a un cambio se debe realizar la consulta aún cuando haya habido una reciente consulta dermatológica tranquilizadora. Además, 1 a 2 veces por año, se puede realizar la revisión con un dermatólogo. Dependiendo del estadio del melanoma: solo en piel, con ganglios o con metástasis a distancia, se discute la administración de interferon alfa 2 b en altas dosis con los controles pertinentes.